jueves, 2 de diciembre de 2010

Juan Salvador Gaviota (Richard Bach)



"La mayoría de las gaviotas no se molestan en aprender sino las normas elementales: como ir y volver entre playa y comida. Para la mayoría de las gaviotas, no es volar lo que importa, sino comer. Para esta gaviota, sin embargo, no era comer lo que importaba, sino volar. Más que nada en el mundo, Juan Salvador Gaviota amaba volar. Este modo de pensar, descubrió, no es la manera con que uno se hace popular entre los demás pájaros (...)
Juan Gaviota pasó el resto de sus días solo, pero voló mucho más allá de los Lejanos Acantilados. Su único pesar no era su soledad, sino que las otras gaviotas se negasen a creer en la gloria que les esperaba al volar; que se negasen a abrir sus ojos y a ver (...)
El secreto, según Chiang, consistía en que Juan dejase de verse a sí mismo como prisionero de un cuerpo limitado, con una envergadura de ciento cuatro centímetros y un rendimiento susceptible de programación. El secreto era saber que su verdadera naturaleza vivía, con la perfección de un número no escrito, simultáneamente en cualquier lugar del espacio y del tiempo (...)
Al amanecer había cerca de mil  pájaros en torno al círculo de alumnos, mirando con curiosidad a Esteban.
No les importaba si eran o no vistos, y escuchaban, tratando de comprender a Juan Gaviota.
Habló de cosas muy sencillas: que está bien que una gaviota vuele; que la libertad es la misma esencia de su ser; que todo aquello que impida esa libertad debe ser eliminado, fuera ritual o superstición o limitación en cualquier forma.
—¿Eliminado –dijo una voz en la multitud–, aunque sea la Ley de la Bandada?
—La única Ley verdadera es aquella que conduce a la libertad –dijo Juan–. No hay otra."

3 comentarios:

Carmela dijo...

Aleccionador Richard Bach!
A Juan Salvador le importaba más volar que comer.
Le importaba más descubrir lo trascendental que participar indolentemente de lo estipulado por la bandada.
Era diferente!
"La única ley verdadera es aquélla que conduce a la libertad".
Coincido plenamente.
Has presentado uno de los tramos más interesantes del libro.
Porque estimula el pensamiento.
Me encanta.
Hacía mucho que no me encontraba con Juan Salvador Gaviota.Y me deleitó este encuentro.
Gracias, María José !
Besos!

María José Rubiera Álvarez dijo...

Amiga Carmela, es un verdadero honor toparme con alguien como tú. No sólo te doy las gracias por el comentario, sino también por tu apoyo. Besinos.

Carmen Silza dijo...

Graacias María José por tus comentarios en una luz en la sombra...Te deseo todo lo mejor para el próximo año 2011..besos