lunes, 22 de noviembre de 2010

Fausto (Goethe)



"Escrito está: "En el principio era el Verbo." Aquí me atasco ya. ¿Quién me ayudará a proseguir? Imposible me es dar tanto valor a la palabra. Si el espíritu me ilumina lo traduciré de otra manera: "En el principio era el pensamiento." Reflexiona bien esta primera línea y no dejes que tu pluma se apresure. Porque ¿realmente es pensamiento quien hace y ordena todo? Mejor debiera estar escrito: "En el principio era la Fuerza." Sin embargo, escribiendo esto algo me dice ya que no haga hincapié en ello. Pero siento que el espíritu viene en mi ayuda; ahora comienzo a ver claro y me decido a escribir con seguridad: "En principio era la Acción." (...)
¡Ay! Bien sé que sea cual fuere el vestido que me pusiera había de seguir sintiendo la angustiosa pena de la estrecha vida. Soy demasiado viejo para sólo pensar en divertirme, aunque sí lo suficientemente joven aún como para que no hayan muerto mis deseos... ¿Qué puede, pues, ofrecerme el mundo? ¡Es preciso que te prives! ¡Debes privarte! He aquí la eterna canción que a todos nos resuena en los oídos y que durante la vida entera nos aturde roncamente hora tras hora..."